domingo, 27 de marzo de 2011

¿Qué es un emprendedor social?

Los líderes emocionalmente inteligentes tienen muchas habilidades sociales.

La inteligencia emocional  es la demostración de las buenas habilidades de liderazgo de líderes que están en control de sí mismos, automotivados, empáticos y cuentan con grandes habilidades sociales.
Los mejores líderes son aquellos que poseen un alto grado de inteligencia emocional. Dado que la inteligencia emocional es una parte de las habilidades del liderazgo, estos líderes inspiran y conducen a aquellos que están  a su alrededor.
Entremos en detalle un poco más en cada componente de la inteligencia emocional, para que puedas practicarlo en tus interacciones del día a día con tus empleados y equipos.
Ser consciente de uno mismo o en control de sí mismos, tiene que ver con reconocer y comprender tus emociones, humores y valores. Estos aspectos tienen una gran influencia entre aquellos a tu alrededor. Un líder en control de sí mismo, es confidente y realista sobre sus fortalezas y oportunidades y utiliza esto para inspirar a otros a su alrededor.
Los líderes con un elevado nivel de inteligencia emocional, tienen la habilidad de controlar sus emociones y de pensar antes de actuar.
No se ponen nerviosos fácilmente y se sienten cómodos en el cambio y la ambigüedad. Esto es a menudo, un conjunto difícil de competencias para dominar, especialmente bajo elevados niveles de estrés. En estas situaciones, es crucial dar un paso a tras para evaluar la situación en que estamos, recordarte a vos mismo tus objetivos, lo que le permite actuar de una manera calculada y precisa incluso en las situaciones más difíciles.
Los líderes que demuestran inteligencia emocional están motivados por valores intrínsecos y extrínsecos. Ellos están decididos a alcanzar sus metas no se focalizan en  el dinero y el prestigio. El líder es optimista especialmente en épocas duras. Esta motivación le permite lograr grandes metas importantes y conducir a otros en forma positiva.
Estos líderes no ignoran las emociones de otros. Este tipo de líder siempre muestra empatía por los demás y sabe que en esta capacidad se basa su éxito. Estos líderes tienen habilidades sociales por ello es que logran construir muchas relaciones interpersonales de calidad.
 ¿Cómo es el líder perfecto ¿ Él/ella existe?
Parafraseando a W. Somerset Maugham, "Hay tres reglas para buenos crear líderes. Desafortunadamente, nadie sabe donde están".
No hay líderes perfectos, es por eso que los buenos líderes tratan de mejorar todo el tiempo a través del auto análisis, entrenamiento, educación, cometer errores y aprender de nuevo, etc.
Entonces  no hay líderes perfectos es complicado elaborar un buen modelo de liderazgo y es por ello que hay cientos de ellos. Pero podemos asegurarnos de unas cuantas cosas que los buenos líderes tienen:
-Una visión de futuro (quiénes somos y hacia dónde vamos)
- La habilidad de animar a los otros para que trabajen en los cambios que se necesitan para lograr una determinada visión
- Una pasión por el auto desarrollo propio y de los otros. Esta pasión los hace buenos coaches y mentores
- Empoderar a sus seguidores para que hagan las cosas (delega)
Cualquiera puede convertirse en líder que tenga el deseo de alcanzar un objetivo.  Los rasgos pueden cambiarse o modificarse,  focalizándose en los rasgos más deseados y usándolos para dominar los rasgos que no sirven. Esta es uno de los motivos por los que no existen líderes perfectos, todos tenemos unos cuantos rasgos malsanos. Pero los mejores líderes se concentran en y crecen a partir de potenciar sus rasgos  más deseables y dominar sus rasgos más débiles.
El liderazgo basado en valores es diferente a otros modelos e incluye 3 factores:
1. Efectividad: es necesario medir el logro de los objetivos
2. Moral: es necesario medir cómo el cambio afecta a las partes
3. Tiempo: medir el cumplimiento de objetivos a través del tiempo
Por lo tanto el liderazgo por valores no se trata simplemente de un estilo o de hacer ciertas cosas siguiendo una receta. Se trata de ideas y valores. Es entender las diferentes necesidades de los colaboradores, energizarlos para alcanzar un objetivo que nunca habían creído posible.  (MAGG/RRP)